¿Qué es evaluar?
Antes de adentrarnos en opiniones y propuestas, es crítico definir algunos conceptos clave: evaluación, criterios de evaluación, elementos de evaluación, calificación y acreditación.
Para ello debemos conocer que nos dice la pedagogía sobre el tema. Recomiendo la lectura de la obra de Mariana Morales y Juan Fernández.
No pretendo hacer un artículo científico sobre el tema, solo aportar mi visión como profesor de aula. Por ello, apuesto por enfocarnos en una evaluación formativa que orienta y regula el proceso de aprendizaje de los estudiantes, y la toma decisiones sobre ese proceso.
Pero los docentes también tenemos la obligación de certificar, acreditar niveles de conocimiento otorgando una calificación o un título.
¿Como docente, por donde comienzo?
Para lograr una evaluación efectiva, es necesario tener claros los objetivos de aprendizaje y compartirlos de manera transparente con los estudiantes. Además, es fundamental definir y comunicar los criterios de evaluación, ya que estos marcarán el camino para lograr los contenidos de cada asignatura o el título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria. Resumiendo, el alumno ha de saber que tiene que aprender, como se le va a evaluar y como se le va a calificar.
La normativa de evaluación
En Cataluña, la normativa otorga la autoridad de calificación al docente, y las decisiones de paso de curso y de título de ESO al equipo docente.
Debemos tener presente de nuevo la idea que una cosa es el progreso y aprendizaje del alumno y otra es que logre los niveles marcados para una materia, curso o título.
Es imprescindible que los criterios de evaluación para el logro de contenidos estén claramente definidos. Lamentablemente, a menudo encontramos que estos criterios no están especificados de manera clara e inteligible, en los decretos y normativas actuales.
Por lo tanto, establecer esos criterios, es una de las tareas principales de los equipos docentes.
En materias como las lenguas (catalán, castellano, inglés, francés), podrían establecerse estándares en relación con el marco de referencia europeo, proporcionando pruebas de evaluación como exámenes escritos, orales, de comprensión escrita y de comprensión lectora. De igual manera, materias como las matemáticas, biología, geografía o historia podrían seguir ese modelo.
La retroalimentación al alumno
¿Qué tipo de retroalimentación ofrecemos a los estudiantes? Puede ser oral, a través de observaciones escritas, mediante informes de desempeño de materias (como no logrado, logrado, logrado excelentemente), o bien mediante información escrita sobre cómo han abordado las actividades de aprendizaje. Una retroalimentación cualitativa puede ofrecer a los estudiantes la oportunidad de mejorar.
En el caso de la educación básica, y, por tanto, de menores de edad, deberemos también decidir como informamos a sus familias del proceso de evaluación y de la evolución del alumno.
Definir un modelo de evaluación
Para una evaluación formativa y realista con las aulas que tenemos hoy en día, propongo estos siete pasos para dibujar un modelo de evaluación en la educación básica
Marcar los objetivos de aprendizaje
Definir el modelo de evaluación (evaluación formativa y sumativa)
Definir los criterios de evaluación
Establecer niveles competenciales de logro
Definir los elementos de evaluación
Definir como relacionamos los elementos de evaluación con la calificación.
Definir como se comunica este modelo a alumnos y familias.
Los centros educativos y sus equipos docentes deben tomar decisiones sobre como planificar estos procesos.
Si realmente queremos avanzar hacia una evaluación competencial no podemos ignorar algunas de las dificultades que los docentes nos podemos encontrar en las aulas. Y sobre todo debemos tener una planificación en equipo para evitar que un alumno de 12 años tenga 10 exámenes en una semana, o deba presentar 10 trabajos, 10 portafolios, rellenar 10 rúbricas, 10 autoevaluaciones, etc. Es insostenible y muy poco adecuado para su aprendizaje, su bienestar emocional y el de los docentes.
Teniendo en cuenta las realidades de nuestras aulas debemos tener presentes algunos aspectos:
- Enfoque en el aprendizaje: la evaluación siempre debe estar orientada hacia el proceso de aprendizaje de los estudiantes, no solo en calificar o preparar para pruebas o niveles posteriores.
- Requisitos del sistema educativo: los estándares y criterios que el sistema educativo establece para las calificaciones y acreditaciones se han de tener presentes.
- Tamaño del grupo de estudiantes: la cantidad de alumnos en un grupo influye en las estrategias de evaluación. En aulas con un alto número de estudiantes, por ejemplo, algunos elementos de evaluación pueden no ser factibles.
- Edad de los alumnos: la etapa de desarrollo en la que se encuentran los estudiantes puede requerir enfoques diferentes.
- Intereses y motivaciones de los estudiantes: conocer las motivaciones individuales de los alumnos puede ayudar a diseñar la evaluación.
- Perfiles competenciales de los alumnos: los niveles de aprendizaje de nuestros alumnos condicionan el enfoque de la evaluación
- Formación y experiencia de los docentes: la preparación y habilidades de los profesores condicionan el proceso de evaluación.
Marzo 2024